En agricultura, los microorganismos son esenciales para mantener la fertilidad del suelo y desarrollar cultivos saludables y potentes.
Los humanos ya lo hemos usado durante miles de años para nuestro propio beneficio, salud y procesado de alimentos.
En la actualidad obtenemos de los microorganismos multitud de productos: bebidas fermentadas, derivados lácteos, encurtidos, pan, probióticos, productos cárnicos fermentados, ácidos orgánicos, alcohol industrial, aminoácidos, vitaminas, enzimas, biopolímeros, antibióticos, proteínas terapéuticas, insulina, factores de crecimiento humano, etc.
Los microorganismos destinados a la agricultura están ganando importancia ya que se ha comprobado que los resultados positivos de sus aplicaciones pueden sustituir el uso de otro tipo de fertilizantes.
Cuando hablamos de microorganismos, nos referimos a organismos como las bacterias, cianobacterias, microalgas, protozoos, levaduras y hongos filamentosos.
Lo más utilizados en agricultura son los las bacterias, las levaduras y los hongos filamentosos, tanto como fertilizantes como productos fitosanitarios.
Existen muchos estudios sobre bacterias y hongos que se pueden utilizar para mejorar los cultivos y cada vez son más las publicaciones que hablan sobre sus ventajas para reemplazar los insumos agrícolas.
Entre los candidatos para su uso en fertilización, la lista es bastante extensa y en constante aumento. En principio destacaría diversas especies de géneros de bacterias (Pseudomonas, Bacillus, Lactobacillus, Azotobacter, Azospirillum, Rhizobium…), levaduras (Saccharomyces, Candida…) y hongos (Glomus, Trichoderma…).
Si quieres ampliar información, puedes leer esta entrevista a Francisco Soriano Pons, Licenciado en Biología y colaborador de la asociación en la Comisión de Fertilizantes: https://aefa-agronutrientes.org/uso-de-microorganismos-en-la-agricultura