No es la primera vez que venimos a este blog a contar que el aceite de oliva virgen extra es mano de santo para las afecciones que se dan en nuestro cuerpo: alivia las rozaduras o las quemaduras solares, entre otras muchas más.
En esta ocasión, vamos a incidir en el buen remedio que es para aminorar las molestias que causa la blefaritis. La blefaritis es una afección ocular muy común que se produce cuando las glándulas sebáceas de los párpados se obstruyen y se inflaman. No es una dolencia grave ni contagiosa, pero sí necesita ser bien tratada para que no empeore. Vamos a ver qué papel juega aquí el aove.
¿Cómo sé que tengo blefaritis y cómo me ayuda el aove?
Sabrás que tienes blefaritis porque vas a ver tu párpado inflamado e irritado en la mayoría de los casos. Es una sensación incómoda ya que, además de ese síntoma visible, notarás irritación ocular o sensibilidad a la luz, entre otros.
Llegados a este punto, el aove es un gran remedio natural para calmar las molestias, pero en ningún caso es un tratamiento. Por eso, consulta siempre a un médico antes de actuar.
Cómo aplicar aove si tengo blefaritis
Como hemos explicado en otras ocasiones en este blog, el aceite de oliva tiene propiedades antiinflamatorias y antibacterianas que ayudan a combatir los síntomas de muchas afecciones corporales. Además, también es un excelente lubricante natural, por lo que en el caso de la blefaritis nos viene genial para combatir la sequedad ocular.
Aplica unas gotas de aove en los párpados con la yema de los dedos y frota con mucha suavidad los párpados para distribuirlo. Deja que la piel absorba el aove durante unos minutos y enjuaga tus párpados con agua tibia.
¡Esperamos que te sirva y pronto te recuperes!